Tentaciones y síndromes
Como no tengo con quien hablar (lo que sucede a más de la mitad de los ociosos que utilizamos una página virtual como registro de la nada) confieso que a veces visito páginas vecinas. Unas son tan comunes y corrientes como habitaciones de asalariados y otras semejan palacetes de las zonas recidenciales de lujo.
Entonces me entra el síndrome del efecto de demostración (que no es en el fondo sino germen del efecto dominó) y digo para mí (como madre abandonada) 'debería arreglar y adornar esta casa'. Lo cual parece una potencia de la naturaleza desatada sobre el castillo de las zonas lobulares dedicadas a la competencia y al consumo de endorfinas.
Un resto de coherencia naufraga sobre estos sentimientos encontrados: 'Ay, mamá, pero si nadie viene a visitarte. Y ya ves, sólo cuando a mi papaá se le acaba el dinero se aparece a husmar por el refri..., jamás por la alberca o la biblioteca'.
De modo que me dedicaré a soñar, como los que compran lotería o van a los grandes almacenes para evocar objetos incomprables con los cuales poblar sus sueños e ilusiones.
De cualquier modo, me han dicho por ahí que hay unas lindas casitas en Lycos. Quizá me anime una tarde de estas a caminar por ahí. Sólo para hacer ejercicio. Nada serio. Aunque sé que dentro de cuatro minutos miraré con impaciencia nuevamente el reloj.
6 comentarios:
Quiubo, primera visita por aquí, a sugerencia del Zaragoza. Regresamos. Salud.
(humphreybloggart.blogspot.com)
chido
Oye, esta recámara es aún mejor. por aquí anduve. Saludos.
Ya regresé... qué onda... a escribir.
Saludos domingueros.
(humphreybloggart)
A que no es adictivo esto de los blogs?
Llevo casi toda la tarde sin trabajar, saltando de blog en blog...
De hecho, tengo diferentes casas, donde se hablan de cosas diferentes, adopto diferentes personalidades...pero en fin...que se la va a hacer.
Luana
Here again... Saludos desde el precipicio sabatino del tedio.
humphreybloggart.blogspot.com
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