Que no le digan, que no le cuenten
LA GUERRA DE LOS PROVEEDORES DE INTERNET es uno de los temas entre quienes gustamos perder el tiempo en discusiones bizantinas; parecemos políticos, nada arreglamos, pero ¡ah! cómo opinamos. Y existe la tendencia a increpar los servicios que rentamos, que si el Prodigy, que si el Infinitum, que si Cablevisión o BamIusacell se convierten en motivos de mofa y desprecio momentáneos o simultáneos. En la medida que algo del método científico se me quedó de embarrón en el plumaje de mi paso por la Facultad de Ciencias allá por el 76-77, en medio del ocio de la tarde y aprovechando la momentánea ausencia de los altos servidores públicos a los que sirvo de escabel, me puse a vagabundear por los barrios bajos de la red. Por una callejuela llegué a esa esquina mal iluminada: Speedtest.net
El sitio es realmente bueno: de inmediato conoció mis generales: mi IP, mi ISP, el nombre del proveedor, y la localización geográfica del servidor. En la página de acceso se ven los casi 500 millones de pruebas que ha realizado a la fecha el sito repecto a la velocidad de las conexiones por Internet. Y hace uno sin mayor problema su prueba para averiguar la cantidad de Kbytes o Mbytes de velocidad tanto para enviar información como para recibir.
La información valiosa: hay un porcentaje de calificación al proveedor y una comparación tanto nacional como internacional de los resultados. Dicho brevemente: ¿está uno recibiendo el servicio por el que paga? En menos de dos minutos puede uno tener clara idea de cómo está el servicio de Internet.
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